La ansiedad es una experiencia emocional compleja que puede afectar a las personas de diversas maneras. Desde la perspectiva de la terapia Gestalt, la ansiedad se entiende no solo como un síntoma a tratar, sino como una señal que nos invita a explorar y comprender mejor nuestro ser y nuestras experiencias en el aquí y ahora.

La terapia Gestalt, desarrollada por Fritz Perls, Laura Perls y Paul Goodman en la década de 1940, se centra en la experiencia presente y en la toma de conciencia. En este enfoque, se considera que la ansiedad puede surgir cuando hay una desconexión entre el individuo y su entorno, o cuando hay una falta de conciencia sobre lo que realmente está sucediendo en el momento presente. En lugar de ver la ansiedad como un problema a eliminar, la Gestalt la aborda como una oportunidad para el crecimiento personal y la autoexploración.

Uno de los conceptos clave en la terapia Gestalt es el de «contacto». El contacto se refiere a la interacción entre el individuo y su entorno, así como a la conexión con uno mismo y con los demás. La ansiedad puede surgir cuando hay una interrupción en este contacto. Por ejemplo, si una persona se siente abrumada por las expectativas externas o por sus propias exigencias internas, puede desconectarse de sus verdaderos sentimientos y necesidades. Esta desconexión puede manifestarse como ansiedad, ya que la persona se siente atrapada entre lo que se espera de ella y lo que realmente desea.

La Gestalt también enfatiza la importancia de la conciencia. La conciencia implica estar presente y atento a nuestras experiencias, pensamientos y emociones. Cuando una persona experimenta ansiedad, a menudo puede estar atrapada en pensamientos sobre el futuro o en recuerdos del pasado, lo que le impide estar plenamente presente. La terapia Gestalt invita a las personas a explorar sus emociones y pensamientos en el momento presente, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad al permitirles reconocer y aceptar lo que están sintiendo.

Un aspecto fundamental de la terapia Gestalt es el uso de la técnica de «la silla vacía». Esta técnica permite a las personas representar y dialogar con diferentes partes de sí mismas o con personas significativas en su vida. En el contexto de la ansiedad, una persona puede utilizar esta técnica para explorar sus miedos y preocupaciones. Al dar voz a esos sentimientos, puede comenzar a comprender mejor su origen y su impacto en su vida. Este proceso de externalización puede ser liberador y puede ayudar.

En Leganés en la consulta de Espacio Abierto, trabajamos tanto psicólogos, psicólogas, terapeutas y personas de acompañamiento que haremos del proceso personal un camino de evolución y conciencia para un mayor disfrute del momento presente del aquí el ahora de la vida.