La terapia familiar sistémica parte de la idea de que todos los miembros de una familia forman parte de un círculo de interacción. La conducta de una persona influye en los demás, y a su vez es influida por ellos.
Por eso, ningún comportamiento puede entenderse de manera aislada: lo que ocurre a uno afecta al conjunto.
La familia se considera un sistema vivo, donde un cambio en cualquiera de sus partes provoca ajustes en el resto. Desde esta perspectiva, la terapia no se centra en “culpables” o “causas únicas”, sino en la forma en la que se organiza la relación entre los miembros y cómo esa dinámica puede estar generando malestar.
En Espacio Abierto Leganés, nuestros psicólogos utilizan la terapia sistémica para intervenir no solamente en la persona individual, sino en la red de relaciones en la que está inmersa.
Este tipo de enfoque busca:
Comprender cómo se comunican las personas entre sí.
Detectar patrones que se repiten y generan conflicto.
Reestructurar la forma en la que se relacionan los miembros de la familia.
Conseguir una convivencia más sana, equilibrada y respetuosa.
La terapia sistémica no pretende cambiar a las personas, sino transformar las relaciones para que todos los miembros del sistema familiar puedan sentirse escuchados, comprendidos y apoyados.
La Terapia Sistémica ofrece mejoras significativas en la dinámica familiar y en las relaciones interpersonales. Entre sus principales beneficios destacan:
Mejora de la comunicación entre los miembros.
Mayor facilidad para expresar emociones y necesidades.
Fomento de la resolución de conflictos de manera más sana.
Incremento del apoyo emocional dentro de la familia.
Refuerzo de la ayuda mutua en la convivencia diaria.
Este enfoque permite que cada persona ocupe un lugar más equilibrado dentro del sistema familiar, favoreciendo el bienestar de todos.
La Terapia Sistémica está indicada para todas aquellas personas que sienten que sus dificultades no solo afectan a su bienestar individual, sino también a la forma en la que se relacionan con su entorno más cercano. Es especialmente útil para familias que atraviesan conflictos, tensiones o problemas de convivencia, ya que permite observar las dinámicas que se generan entre sus miembros y cómo estas influyen en el clima familiar. También es una herramienta eficaz para familias que han vivido cambios importantes, como separaciones, mudanzas, pérdidas o la llegada de nuevos miembros, situaciones que pueden generar desequilibrios emocionales o comunicativos.
Asimismo, la terapia sistémica es de gran ayuda para parejas que desean mejorar su comunicación, comprender mejor sus necesidades mutuas y fortalecer su vínculo. Muchas veces, los conflictos no se originan en una sola persona, sino en la forma en la que ambos interactúan y responden a las dificultades del día a día. A través del acompañamiento terapéutico, es posible reconstruir la confianza, gestionar diferencias de manera más sana y crear una relación más equilibrada y respetuosa. Es especialmente recomendable para parejas que se sienten estancadas en discusiones repetitivas o que desean prevenir futuros conflictos.
Por último, este enfoque también beneficia a padres, madres y adolescentes que buscan entenderse mejor y mejorar su relación. La adolescencia es una etapa de cambios que puede generar tensiones dentro del hogar, y la terapia ofrece herramientas para mejorar el diálogo y fortalecer los lazos familiares. Además, es útil para personas que, aun viviendo una dificultad individual —como ansiedad, estrés o problemas emocionales— perciben que sus emociones están afectando al ambiente familiar. En Espacio Abierto Leganés, la Terapia Sistémica ayuda a que cada miembro encuentre un lugar más equilibrado dentro de su sistema, favoreciendo un espacio de convivencia más sano, comprensivo y armonioso.